Archivos para 5 julio 2010

¿Civismo? ¿Qué es civismo?


Este texto no es mío pero me identifico totalmente con él y se los comparto, vale la pena leerlo.

Soy una mujer mexicana de 32 años que ha tenido la fortuna de nacer en una familia en la que el civismo es un valor fundamental, es obligatorio, no una opción. Por 5 generaciones, miembros de mi familia han participado activamente en la vida política del país, no sólo arriesgando sino perdiendo tranquilidad, patrimonio y algunos hasta la vida. Por ello he tenido la bendición de ver de cerca lo que es verdaderamente el civismo, las convicciones, el espíritu de servicio y la lucha por la democracia, por un mejor México para todos nosotros.

Actualmente el civismo no es visto como un valor, como una forma de vida, es más, ya ni siquiera constituye una materia en los planes de estudios de muchas escuelas.

¿Pero qué es el civismo? Según el Diccionario de la Real Academia, es el “celo por las instituciones e intereses de la patria; es el comportamiento respetuoso del ciudadano con las normas de convivencia pública”.

¿Qué pasa cuando no nos enseñan civismo? De acuerdo a la definición anterior, simplemente no aprendemos a interesarnos por la patria, por las normas de convivencia pública, por el interés común, por el bien común. ¿Cuál es el resultado de la ausencia prolongada del civismo? Un país quebrado, habitado por millones de personas indiferentes que lo dejan ser gobernado por muchos oportunistas que lo quiebran aún más y por unos pocos (muy pocos) valientes que luchan contra la corriente.

A unas horas de celebrar elecciones en nuestro Estado para cambio de Gobernador, Congreso Local y Alcaldías, veo entre muchas de mis amistades una indiferencia que me duele. Me duele porque no puedo creer que gente educada, con preparación académica, títulos profesionales y de postgrado, sigan creyendo en que no votar o anular el voto son opciones válidas, en que la política es sucia y de ella es mejor no hablar.

No puedo creer que haya gente que no se dé cuenta de que al final del día nuestro país tiene que contar con un sistema de gobierno, y que por ser parte del país, somos parte de ese sistema. Que si no nos gustan nuestros gobiernos no es culpa de ellos sino de nosotros por no participar en ellos, por no involucrarnos en su formación, en su estructura, en su funcionamiento.

No es culpa de los partidos el tener gente “corrupta” en ellos, sino de nosotros por no ocupar esos lugares; si piensas que tú eres mejor que ellos, Que harías las cosas más honrada o eficientemente, ¿Qué esperas para ocupar ese lugar? ¿Qué esperas para trabajar por tu ciudad, tu país, tu gente? ¿Qué esperas para hacer la diferencia? ¿Qué esperas para SER la diferencia?

No votar o anular tu voto no son la solución, es simplemente una campaña iniciada por el partido que tiene mayor número de “votos duros” en el país por tener secuestrados a los sindicatos que tapan calles con sus plantones y paralizan empresas y escuelas, paralizan la producción de bienes o servicios, y peor aún, paralizan la educación de nuestros niños y jóvenes, pilar indispensable de la sociedad, del país.

No podemos decirnos “mexicanos” por vestir una playera verde o negra en los días de futbol, cuando no nos interesamos por lo que en realidad vive nuestro país. No somos “mexicanos” cuando “pasamos” a octavos de final, somos MEXICANOS cuando fomentamos la educación y los valores de nuestros niños y jóvenes, cuando contribuimos a la formación, al desarrollo y al buen desempeño de nuestras instituciones.

Ser un buen ciudadano, un buen mexicano, no se limita a pagar nuestros impuestos, a no tirar basura en la calle o a reportar los semáforos fundidos. Ser buen ciudadano quiere decir amar a tu patria, participar activamente en su formación y luchar por su bienestar, que finalmente se traduce en nuestro bienestar.

Empieza hoy a formar parte de tu país saliendo a votar el día de las elecciones, infórmate cuál partido, cuál candidato te representaría mejor y cumple tú con esa obligación, con ese derecho -con eso que yo llamo bendición- de participar, de decidir el rumbo de tu país.

Laura.

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